El presunto estafador, detenido en Coslada, se valía de su buena imagen como monitor para estafar a los socios del gimnasio ofreciéndoles sus servicios de «entrenador personal» en los que prometía preparación deportiva, dieta personalizada y seguimiento. Para ello cobraba por adelantado las sesiones, que nunca se llegaban a realizar.

Cuando los clientes reclamaban sus servicios, éste desaparecía del gimnasio y comenzaba en un nuevo lugar. De hecho, en el momento de la detención, ya había conseguido un nuevo puesto de trabajo en un gimnasio de la localidad madrileña de Las Rozas.
A partir de enero de 2019, la Comisaría de Policía Nacional de Coslada-San Fernando de Henares comenzó a recibir denuncias sobre estos hechos. En la investigación se pudo averiguar que este individuo abandonó el gimnasio donde trabajaba sin previo aviso y que había sustraído cerca de 1.500€ en dinero y productos de alimentación deportiva.

Tras ser identificado, se comprobó que se le buscaba por sucesos similares cometidos por todo el territorio nacional y era reclamado por, al menos, 5 juzgados diferentes.